Desde las escuelas: ¡Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito!
Este año las aulas se tiñeron de verde, en las escuelas vemos a
las estudiantes encabezar debates, talleres, sentadas y movilizaciones. Como
docentes también somos parte de la lucha por el aborto legal y cada vez estamos
más dispuestas a sacar al aborto de la clandestinidad, a hacerlo un tema del
que sí podemos hablar. Esta marea verde y violeta se siente en las escuelas y
desde las aulas crece el grito de educación sexual para decidir,
anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
Se va a caer
El movimiento feminista va por mucho más que el derecho al aborto,
cuestiona el sistema patriarcal, la dominación del género masculino por sobre
las mujeres y otros géneros, la heterosexualidad como obligación y los
mandatos y estereotipos que restringen cómo podemos ser. No queremos una
escuela que eduque a las niñas en la delicadeza, la pasividad, en su rol
doméstico y de madres sin fomentar en ellas la creatividad, el interés en las
ciencias, el deporte o la política. Tampoco una educación que presione a
los varones a tener que ser los campeones todopoderosos.
¿Por qué lxs docentes somos parte de
esta lucha?
Consideramos que la maternidad tiene que ser parte del deseo y la
elección, no puede ser un destino obligatorio al que quedamos expuestas
adolescentes o adultas. Tampoco puede ser un castigo por ejercer nuestro
derecho a la sexualidad. Es habitual escuchar frases como “si tienen relaciones
sexuales sin cuidarse ahora que se hagan cargo” como si eso fuese un destino
que no puede ser evitado. Lxs niñxs y adolescentes son sujetos de derechos y
tanto como lxs adultxs tienen capacidad y derecho para decidir en base a
información válida y actualizada y no sobre posiciones religiosas y morales que
se nos imponen a través de la culpa y el temor. Así operan las Iglesias, por
ejemplo con los videos que se han repartido a estudiantes de escuelas públicas
donde se muestran imágenes falsas sobre cómo se practica un aborto y con fetos
que no corresponden a una imagen embrionaria real.
No podemos desconocer que las experiencias sexuales de muchas
adolescentes están atravesadas por estereotipos de género y conocimientos poco
precisos sobre el cuidado y la prevención de embarazos “él sabe cómo
cuidarse”, “llevar el preservativo es de rápida”, “la primera vez no quedás
embarazada”, “va acabar afuera”, “no usar preservativo es una forma de
demostrar amor”. Son muchísimas las representaciones que atraviesan las
experiencias sexuales que pueden llevar a un embarazo no intencional ¿cómo
puede ser que se nos obligue a ser madres?
Por otra parte, no son menos frecuentes las situaciones de abuso y
violencias que llevan a embarazos y que si bien quedan contempladas entre las
causas por las que hoy en Argentina se puede realizar una la interrupción legal
del embarazo (ILE) existen aún barreras para acceder.
La lucha por el aborto es una lucha histórica del movimiento de mujeres.
El aborto como práctica ha existido desde la antigüedad de la humanidad. Es
reciente en términos históricos que esta práctica haya comenzado a condenarse,
cuando la Iglesia Católica desde el siglo XIX comenzó a considerarlo un pecado;
como consecuencia de la hegemonía del dogma católico se criminaliza a las
mujeres que abortan. La lucha por el aborto legal se continúa y profundiza en
la exigencia por la separación de las iglesias del Estado, para que las mujeres
y personas gestantes podamos decidir cuándo ser madres.
Por educación sexual integral
En las escuelas, los equipos de Educación Sexula Integral (ESI) - cuando
los hay- se sostienen a menudo sobre el trabajo voluntario de lxs docentes que
deciden formarse y trabajar en su tiempo de descanso. La implementación de la
ley de ESI implica recursos, horas pagas y capacitaciones en servicio.
Cómo docentes tenemos que seguir haciendo y exigiendo la necesidad de
una educación sexual integral, laica y feminista.