En la
apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, la
presidenta Cristina Fernández de Kichner atacó con rabia a los
trabajadores de la educación. Lo hizo frente a funcionarios que
cobran arriba de los 35000 pesos, que tienen todos los viáticos
pagos, custodios, asesores, etc.
Es que
llegó la “sintonía fina”, hay que ajustar. No sólo flota en el
aire la quita de subsidios al gas, la luz y el agua, no sólo estamos
a la espera de cuánto va a valer el colectivo, sino que ya han
aumentado los impuestos municipales, los provinciales y por supuesto
sigue aumentando todo aquello que consumimos diariamente.
Hoy la
mayoría de los docentes trabajamos dos cargos para tener un sueldo
más o menos respetable, incluso muchas compañeras se ven obligadas
a trabajar hasta 3 cargos. Por dos cargos (9 horas de trabajo frente
a alumnos) cobramos de sueldo inicial 6000 pesos (hasta %40 de
antigüedad). Pero acá hay una trampa, todos los docentes trabajamos
en casa, cuando ya no estamos frente a los pibes: corrigiendo,
planificando la clase de mañana, preparando láminas, haciendo
fotocopias, etcétera.
Nos
gustaría preguntarle a la Presidenta, ¿Aguantaría ella con un
guardapolvo blanco 9 horas frente a alumnos? ¿De dónde sacaría
plata para comprar hoteles en el Calafate? o ¿Cómo haría para
amasar esa fortuna de millones de dólares que tiene en propiedades?
Por eso desde su discurso asume la lógica del patrón: -“si el
trabajador quiere aumento salarial se lo ataca por vago o por
irresponsable”. La presidenta dice que nuestro sueldo tuvo “una
evolución del 651 por ciento” pero se olvida que partíamos de un
piso muy bajo, que hablar en porcentajes no niega que somos uno de
los sectores laborales que peor cobramos en blanco y se olvida de los
altos porcentajes de inflación que hubo. Algo así como le pasa a
los jubilados, sus jubilaciones aumentaron mucho porcentualmente pero
siguen siendo de hambre. Aún más, se olvida que esos que cobraban
$15000 se aumentaron el 100% “porque estaban muy retrasados”. Y
nosotros con nuestros 2400 ¿no estamos atrasadísimos? ¿En que país
vive la Presidenta?
La
mayoría de los docentes no cobramos la asignaciones familiares,
muchísimos docentes (como tantos trabajadores) pagamos impuesto a
las ganancias, ¡si a las ganancias! ¿No son los empresarios, los
dueños de fábricas, campos y hoteles los que tienen ganancias? Los
trabajadores a los sumo podemos tener algún ahorro, pero no
ganancia.
La
Paritaria Nacional fracasó, porque se negocia en las provincias
desde que Menem lo impuso en la ley federal de educación y se
prolonga con la ley Nacional de Educación del Kirchnerismo. Lo
reconoce el mismo Ministro Sileoni, cuando da por cerrada la
discusión y unilateralmente impone el bajísimo piso de 2800 pesos
para el país. Es que el Gobierno Nacional empuja a los gobiernos
provinciales a que ajusten y no quiere poner la cara. Ya pasó en
Santa Cruz donde el oficialismo (el mismo que en la rosada) quiso
imponer un drástico ajuste y fue parado por la resistencia de los
trabajadores.
Sumémosle
a esto que el Estado subsidia con millones de pesos a la escuela
privada, y que invierte muy poco en el mantenimiento de las escuelas,
ni hablar en la construcción de edificios para maternales, jardines
de infantes primarias y secundarias.
La falta
de recursos cotidianos es constante y eso cualquier mamá o papá que
se acerca a la escuela puede verlo. Muchas veces hay que esperar
meses para que repongan un vidrio o arreglen una estufa. Muchas veces
ese mantenimiento recae sobre la cooperadora que es la plata que
pueden poner las familias de los estudiantes. Es que el gobierno mira
para otro lado y no hace lo que tiene que hacer.
A los
docentes nos quieren usar de caso testigo para todos los
trabajadores. Por eso necesitamos el apoyo de todos los que como
nosotros viven de un sueldo, de todos los que trabajan para llevar el
mango a su familia.
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